Una de sus aulas presentaba, entonces, el penoso aspecto que arriba se ve. Hoy me llevaba Dinah a conocer cómo estaba ahora el colegio, y el panorama ha cambiado. Han construido nuevas aulas, y ahora tienen sala de computación con internet (bien es cierto que son 7 u 8 ordenadores), laboratorio y aulas que no se inundan cuando llueve. Todo esto con el esfuerzo de la APAFA (nuestras AMPAS) y un poquillo de aportación del Ministerio de Educación, que está empezando a aportar algo al mantenimiento de las escuelas. Claro que para esto tuvo que movilizarse todo el pueblo tras el último terremoto que había convertido la escuela en un peligro. Además, un nuevo puente colgante permite que ya no tengan que mandar a sus casas en cuanto empieza a llover a los alumnos que viven al otro lado del río (porque antes,cuando el río crecía con las lluvias los alumnos iban y volvían...nadando, y no es metáfora).
Como constancia de ello dejo aquí esta foto del aula de cómputo, algo así como el antes y después. Si os metéis en el álbum podréis ver, por ejemplo la biblioteca (nutrida para lo que aquí se ve), donde están, por ejemplo, los libros que pudimos mandar gracias a las donaciones de muchos de vosotros hace algún tiempo.
De Mi viaje a Ta... |
Luego, el director nos ha invitado a un vino (es el único pueblo de la zona con viñas, y hacen un vino la mar de curioso) y hemos estado charlando de la situación del pueblo. Salió el comentario de una alumna universitaria, y lo comentaban como una (esperanzadora) excepción. Acá no hay recursos como para que la gente sencilla pueda dejar de ser productiva durante todo el tiempo que supone prepararse. Luego, el director nos contaba los proyectos que se estaban planteando, para conectar la industria local del vino con la escuela, de manera que ofrecieran oportunidades de formación técnica a los alumnos, al tiempo que perspectivas de desarrollo.
No quiero dejar de reseñar un comentario de Dinah cuando el director hablaba un proyecto para el uso de abonos orgánicos en los viñedos de la zona. Nos explicaba ella algo en lo que intentaba concienciar a los alumnos: resulta que ahora, con el boom de la agricultura ecológica y el rechazo a los transgénicos, habían descubierto que podía ser negocio exportar este tipo de productos. El problema es que todos esos productos naturales iban hacia fuera, y ellos, los habitantes de esta zona privilegiada y natural, con la plata ganada, compraban...productos hechos con transgénicos, que su mercado de consumo no rechaza, porque son más baratos. Exportan calidad y se quedan con lo que los demás no quieren.
2 comentarios:
¡Qué alegría por los alumnos y los profesores de San Antonio! Y digo profesores porque eran los primeros en mover piedras del río para construir aulas, y tampoco es metáfora. Realmente parece que en estos cuatro años algo mejora. El riesgo de todo esto es lo que decía una alumna nuestra, ¿recuerdas?, cuando les contábamos las cosas de por allá: "pero si es muy bonito..." Parece que lo "pobre" no puede ser bello en algún modo. Pero, ¿y eso que no se ve, eso que no se puede pintar de azul cielo como las sillas, eso que no se puede "enlucir" (que de obras sabemos (¿verdad, Tomás?): LA FALTA DE OPORTUNIDADES? Nosotros con nuestra competitividad, nuestra preocupación por las notas de sele, nuestros papeleo de calidad... y allí un puente por fin hace que los niños puedan tener días completos de escuela y una alumna, que exista la idea de "un futuro prometedor". SIGAMOS ADELANTE.
Genial ver cómo con entusiasmo y esfuerzo las cosas van transformándose. Preciosísimas las aulas. Felicitaciones a todos/as los que estáis consiguiéndolo.
Desde esta calurosa mañana sevillana nos gusta (mi niña siempre mira las fotos) asomarnos a esa ventana que nos abres todos los días.
Besos veraniegos.
Publicar un comentario